En los municipios de Pueblo Rico y Apía se concientizó a los propietarios de establecimientos de comercio a vender licor y cigarrillo legal, y a la ciudadanía a saber identificar dichos productos.
Funcionarios y contratistas de las alcaldías municipales, comerciantes y ciudadanía en general de los municipios de Pueblo Rico y Apía, recibieron una amplia capacitación por parte del equipo operativo de la Dirección de Fiscalización y Gestión de Ingresos de Risaralda, sobre las características que debe poseer una cajetilla de cigarrillo legal de una ilegal.
“Una de las principales características que se enseñaron, fue el cuadro del pictograma y la frase, la cual se encuentra en todo el frente de las cajetillas, y debe no solo ocupar el 30 por ciento de esa cara, con una imagen y un texto impreso, no pegado, alusivo a las consecuencias de consumir cigarrillo.
Igualmente, la información que debe ir en una cara lateral de la caja con relación a la información de origen del producto, es decir: “importado para Colombia por”, explicó la directora de Fiscalización y Gestión de Ingresos de Risaralda, Carmen Julia Gutiérrez Suárez.
Con este tipo de capacitación, se busca concientizar a los propietarios de establecimientos de comercio de estos municipios, de evitar comprar y comercializar cigarrillo o licor ilegal, lo que afecta el ingreso de recursos al departamento, los cuales son utilizados para apoyar los programas sociales y de salud de la Gobernación de Risaralda.
“También se dejó claridad en estas capacitaciones, que los propietarios de establecimientos de comercio que vendan cigarrillo o licor de contrabando, se están exponiendo a pagar una multa que alcanza 10 veces el impuesto al consumo dejado de pagar, y 15 veces cuando se trate de licor adulterado”, explicó Carmen Julia Gutiérrez Suárez.
Frente a esta capacitación, Jorge Romero, turista que visitaba el municipio de Pueblo Rico, manifestó que es una muy buena estrategia de la Gobernación de Risaralda para mitigar estos tipos de acciones ilegales que perjudican a todos los habitantes del departamento.
“Es la primera vez que asisto a una campaña de estas, bien importante, que nos ayudan a concientizar de la diferencia del trago adulterado, y el trago de contrabando. El trago de contrabando puede estar bueno, pero no paga los impuestos, nos perjudicamos nosotros, porque le estamos robando recursos a la salud del departamento. El que está adulterado es todavía peor, porque además de que no paga impuestos, me puede enfermar a mí”, dijo Romero.
