El 25 de enero de 1999 pocos minutos después de la 1 pm me colgué el maletín fotográfico al hombro y me dirigí a la puerta del apartamento en el cuarto piso de la torre II de Quintas del Jardín Colonial en Dosquebradas para salir con rumbo a la alcaldía de Pereira a mi lugar de trabajo, en ese preciso instante comenzó el sismo, alcancé a abrir la puerta y mi reacción fue asirme fuertemente de la pared entre la entrada y la salida y esperar.
Vi como se caía la biblioteca, el televisor, alguna repisa y escuché el estruendo que generó el sismo que se confundía con el sonido de cristales y cosas cayendo de los apartamentos de los vecinos, logré bajar los cuatro pisos a grandes pasos eludiendo ladrillos y mampostería, encontré una señora de edad que vestía pijama tratando de salir, la salida estaba obstruida por una pared pero entre los dos logramos llegar al área común.
Inicialmente solo se me ocurrió mirar los alrededores, la mayoría de los vecinos estaban ya a salvo, hice unas fotos y luego tomé rumbo a Santa Teresita a la casa de mis suegros para ver cómo estaban y salir a buscar a mi esposa.
Mi suegro tenía un taxi, con él salimos hasta la sede de transito donde encontramos a mi esposa, después le pedí que me llevara al centro, me dejó en la calle 21 con carrera 9a mas o menos hora y media después del terremoto, desde ese momento empecé a tomar fotos.
Vi humo muy negro a unas cuadras y me dirigí al lugar tomando fotos de los daños de cada predio, el humo provenía de Químicos Pereira, la calle ya estaba acordonada pero logré acercarme un poco para registrar el incendio, seguí a la calle 21 con 12, fue el sitio dónde se veía la magnitud del sismo, grietas en el pavimento, casas y locales derrumbados, un poste sobre un camión, mucha gente en la calle tratando de salvar algo, en la carrera 12 con calle 22 el edificio de la droguería Alemana d cuatro pisos cayó como un castillo de naipes, me acerqué y sobre los escombros escuché el grito de mi amigo Darío Tejada que lloraba y al verme me llamó.
!Camacho mi esposa y mi hija¡, nos abrazamos y lloramos por lo menos diez minutos hasta que alguien se lo llevó. Quedé mal, su hija tendría 10 años, pertenecía al grupo Batuta y lo único que lograron rescatar fue su violín.
Salí caminando sin rumbo fijo, los muros de la iglesia Nuestra Señora del Carmen agrietados representaban el mayor peligro, hice muchas fotos calle por calle durante unas horas, mi suegro y mi esposa me esperaron todo ese tiempo, regresamos a Dosquebradas y cuando pasábamos por el Crucero volvió a temblar fuertemente.
Nos refugiamos en la casa de Santa Teresita, en la mañana salí muy temprano para tomar fotos de las calles, edificios, locales, casas y lo que pude del centro de Pereira. No cuento mucho de los dramas y las imágenes terribles que vi. La gran mayoría de fotos que existen del sismo de 1999 son las que hice en esos días.
Solo cuatro días después me atreví a regresar a mi apartamento cuando ya no sentía el dolor que me dejaron los golpes de la pared en el brazo derecho.
Un abrazo gigante para Darío Tejada mi amigo, Su esposa y el cielo disfrutan las melodías que salen del violín de su niña.
Por Álvaro Camacho