Por: Osvaldo Parra Ponce
Con absoluto éxito transcurrió la Feria del Libro en Pereira, versión que para este 2023 contó con la presencia de un sinnúmero de escritores de renombre nacional, que conjugaron sus escritos con la notoria presencia de escritores regionales que desfilaron por todos los pasillos de Expofuturo.
Es un verdadero acierto este evento ferial organizado por la Cámara de Comercio de Pereira, cuyo corte cultural llama la atención de todo el país, lo cual se evidenció en la masiva presencia de visitantes.
Cada año la feria del Libro en Pereira se luce con una programación y unos contenidos que son objeto de aplausos por parte de todos los pereiranos y risaraldenses, pues la ciudad se vuelve tendencia positiva en Colombia.
Sin desconocer los logros y los resultados de la feria, los cuales aplaudo por el esfuerzo de la organización, no puedo dejar pasar un lunar grande del que nadie quiere hablar, pero del que me veo en la obligación de dar a conocer a la opinión pública, y fue precisamente el veto que le hicieron a un escritor – periodista de nuestra ciudad.
Suena raro decir que la Cámara de Comercio de Pereira censuró a un escritor, pero así ocurrió. Con ocasión del altruista evento y en el marco de la programación definitiva para la presentación de los libros de los diferentes autores y escritores de la región, figuraba a las 11 de la mañana del domingo 8 de octubre la exposición del libro “El dolor de una marioneta” del periodista y escritor Alejandro Cardona Londoño.
Sin embargo, en pleno desarrollo de la feria, unos días antes de la fecha en mención, de manera extraña, pero oficial por parte de la organización del evento, le manifestaron que ya no podría presentar su libro porque había sido excluido de la programación, notificación que debo contar, le cayó como una baldado de agua a Cardona, pues aparte de estar desempleado invirtió sus pocos ahorros en este trabajo editorial, y para rematar, ahora se le cercenaba la posibilidad de visibilizar su escrito.
Es una decisión lamentable, triste y por demás discriminadora hacia el escritor, y si hiero susceptibilidades me sabrán disculpar, pero la verdad debe reinar, y la ciudad merece saber quién tomó la determinación.
Cardona es un joven comunicador de la ciudad, que después de sufrir un revés en su vida, tras haber estado involucrado en un sonado caso de corrupción al interior de la Oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Pereira, en el periodo del tristemente célebre alcalde Enrique Vásquez, fue juzgado por la justicia, pagando una condena en la cárcel de Pereira, la cual asumió con toda la gallardía, pese a que él, la ciudad y la justicia saben que los autores intelectuales del ilícito andan por ahí sueltos y gozando de buena salud.
Después de algunos años de estar tras las rejas, cumple su deuda con la justicia y emprende un trabajo editorial, el primero de muchos, que quizás por su título sabe Dios a quién habrá asustado y que hizo que se movieran los hilos al más alto nivel, para que se tomara la decisión de vetar su participación en la Feria del Libro.
El argumento que le dieron las directivas de la feria fue que lo excluían de la programación por ética, y a mí sí me gustaría que los organizadores del evento le contará públicamente a la ciudad qué significa eso de ética para vetar a un escritor.
No sé qué entiende la Cámara de Comercio de Pereira por ética, pero considero que es más antiético discriminar a una persona para que no pueda presentar su trabajo, que es arte, cultura, pensamientos, vivencias y letras, todo porque tuvo un problema con la justicia, que ya pagó y está libre de su deuda social y moral.
Y hablo de discriminación, porque en este caso la ética aplicada por la organización del evento fue selectiva, ya que históricamente, otras personas con procesos judiciales si han podido presentar su libro.
Como periodista de esta ciudad lamento este hecho y me solidarizo con Cardona, una persona que lo único que está buscando a través de la pluma es saldar sus cuentas con la sociedad, redireccionar su actividad profesional y entregar a través de las letras enseñanzas de vida.
Que lamentable que una entidad tan respetable como la Cámara de Comercio de Pereira, a la que respeto por su importancia, historia y trayectoria, adopte una posición de censura, una actitud que no se compadece con el altruismo y la libertad de expresión y de ideas que promueve a través de la masificación de los libros, la cultura y el arte, una actitud que no es compatible desde ningún punto de vista con la excelsa calidad de quienes están en los cargos de dirección de la entidad.