En el municipio de Pueblo Rico, Risaralda, donde se desafía a diario el acceso a la salud, una historia de transformación emerge desde la ESE Hospital San Rafael. Bajo el liderazgo de la gerente la Dra. Alexandra Castillejo, se lleva a cabo un innovador programa de capacitación para 70 parteras indígenas y 13 afrodescendientes cruzando fronteras culturales, convirtiéndose en un modelo que llama la atención a nivel nacional
En Risaralda y en Colombia las mujeres indígenas y afrodescendientes han sido durante generaciones las guardianas de la vida. Sin embargo, hoy enfrentan nuevos desafíos: embarazos de alto riesgo, complicaciones obstétricas y barreras de acceso a la atención médica. Por ello, la ESE Hospital San Rafael ha diseñado un programa que combina saberes ancestrales con técnicas modernas, dotando a las parteras de herramientas prácticas para salvar vidas mientras honran sus tradiciones.
Resultados que impactan vidas
«Nunca nos habían escuchado y capacitado de esta manera. Ahora tengo más confianza en mi trabajo, y sé que puedo salvar más vidas sin perder lo que me enseñaron mis ancestros», afirma María Emilia Guasorna, partera indígena de la comunidad Embera-Chamí.
Por su parte, María Carmen Ramírez, partera ancestral, narra una experiencia que marcó su vida: «Una vez, siendo medianoche, atendí un parto de emergencia en la comunidad afro. No había enfermera disponible, así que me lavé las manos, calenté agua y ayudé a traer al mundo a un hermoso bebé.
Hoy, gracias a la ESE Hospital San Rafael, he aprendido a manejar emergencias de manera más segura y efectiva».
Otro testimonio conmovedor es el de Edgar Siágama, médico tradicional de la comunidad Angostura: «Llevo 23 años trabajando como jaibaná. Nuestra labor es vital para la salud de nuestras familias. Las capacitaciones del hospital nos han permitido aprender nuevas técnicas, como la medición de temperatura, y mejorar la atención a nuestros pacientes. Esperamos que este intercambio de conocimientos continúe».
El programa, que incluye talleres prácticos, entrega de equipos médicos esenciales y espacios de intercambio intercultural, ha despertado el interés de diferentes entidades de salud. Expertos han señalado que esta alianza entre la medicina tradicional y la moderna podría replicarse en otras poblaciones vulnerables.
La gerente de la ESE Hospital San Rafael la Dra. Alexandra Castillejo, destacó «Este no es solo un programa de capacitación, es un reconocimiento a la sabiduría ancestral y un compromiso con la equidad en salud. La verdadera innovación está en escuchar, respetar y empoderar a quienes han cuidado la vida durante siglos.»
El poder de la colaboración
Esta iniciativa no solo resalta la importancia de la atención médica primaria, sino también el valor del trabajo en equipo entre las instituciones de salud y las comunidades. Las parteras no solo son líderes locales; ahora son embajadoras de un cambio profundo que demuestra que salvar vidas es posible cuando se une lo mejor de cada mundo.
Un llamado a la comunidad global
Desde el municipio de Pueblo Rico, la ESE Hospital San Rafael lanza un mensaje: los modelos de salud sostenibles deben nacer desde las raíces culturales de cada pueblo. Este programa no solo mejora indicadores médicos; construye puentes de respeto y solidaridad que inspiran a un planeta en busca de soluciones inclusivas y humanas.
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