La Corporación Autónoma Regional de Risaralda, CARDER, de la mano con diferentes organizaciones ambientales, protegen la riqueza y la diversidad natural del departamento a través de la conservación de las diferentes áreas de conservación natural, especialmente la albergada en los Parques Naturales Nacionales de la región, los cuales guardan gran parte del enorme tesoro que es la diversidad biológica y cultural de nuestro territorio.
Así pues, la CARDER en su proceso de protección, reconoce los beneficios que prestan estas áreas a la sociedad, entre ellos, la conservación de la diversidad genética, biológica y de recursos naturales renovables, regulación climática, protección de suelos, control de erosión, belleza escénica, y, conservación de tradiciones y culturas de las comunidades que los habitan.
En Risaralda, se encuentra el Parque Nacional Natural Tatamá, el cual cumplió 30 años representando uno de los dos páramos más conservados del país con una influencia de comunidades indígenas, afros, mestizos, convirtiéndolo en un sitio ambientalmente con unas condiciones excepcionales. Para la región, su conservación un reto viable para las generaciones futuras.
Muchas de estas áreas son de actividad turística, por lo que se hace necesario educar a los visitantes sobre las características de cada zona, y por tanto es indispensable informarse con anterioridad de las recomendaciones que permitan el correcto disfrute de los paisajes, al mismo tiempo que se preserva la estabilidad de los múltiples ecosistemas que habitan en las zonas
El departamento de Risaralda cuenta con 22 áreas protegidas, entre ellas, los Parques Naturales Nacionales. Risaralda, tesoro en diversidad biológica, natural y cultural
La Corporación Autónoma Regional de Risaralda, CARDER, de la mano con diferentes organizaciones ambientales, protegen la riqueza y la diversidad natural del departamento a través de la conservación de las diferentes áreas de conservación natural, especialmente la albergada en los Parques Naturales Nacionales de la región, los cuales guardan gran parte del enorme tesoro que es la diversidad biológica y cultural de nuestro territorio.
Así pues, la CARDER en su proceso de protección, reconoce los beneficios que prestan estas áreas a la sociedad, entre ellos, la conservación de la diversidad genética, biológica y de recursos naturales renovables, regulación climática, protección de suelos, control de erosión, belleza escénica, y, conservación de tradiciones y culturas de las comunidades que los habitan.
En Risaralda, se encuentra el Parque Nacional Natural Tatamá, el cual cumplió 30 años representando uno de los dos páramos más conservados del país con una influencia de comunidades indígenas, afros, mestizos, convirtiéndolo en un sitio ambientalmente con unas condiciones excepcionales. Para la región, su conservación un reto viable para las generaciones futuras.
Muchas de estas áreas son de actividad turística, por lo que se hace necesario educar a los visitantes sobre las características de cada zona, y por tanto es indispensable informarse con anterioridad de las recomendaciones que permitan el correcto disfrute de los paisajes, al mismo tiempo que se preserva la estabilidad de los múltiples ecosistemas que habitan en las zonas