Se vale soñar por la primera estrella para la bandera roji-amarilla.
Por: Osvaldo Parra Ponce – Director Editorial
Con los ojos puestos en el Metropolitano de Barranquilla, pero con los oídos afinados en el Campin de Bogotá, así estaban anoche todos los pereiranos al cierre de los cuadrangulares finales, donde el Deportivo Pereira, tras vencer 2 por 0 al Junior, se clasificó con lujo de detalles y sin ningún tipo de discusión a la final del fútbol profesional colombiano.
Fue una jornada de nervios y de emociones, donde el Pereira siguió mostrando su casta y derrotó al conjunto tiburón, a la espera de que Millonarios no ganará y que máximo se diera un empate en Bogotá frente a Santa Fé, lo cual esto último se dio en el Nemesio Camacho El Campin, reventando de júbilo a Risaralda.
Fueron dos golazos del héroe Matecaña durante todo el semestre y del goleador del campeonato, Leo Castro, los que pusieron a soñar a toda una ciudad bajo el lema de “Si se puede”.
Una hazaña para un equipo como el Pereira, que tiene una nómina sencilla, con una figura evidente como Castro, ya en la retina de otros equipos, pero con un estratega como Alejandro Restrepo, que supo aterrizar a su plantel, sin desconocer la voluntad, la garra y el amor por la camiseta que pusieron todos los jugadores que integran al Depor, que anoche reventaron de lágrimas en Barranquilla y de paso pusieron a llorar a más de uno en el departamento.
Hoy, por primera vez en los 78 años de historia del conjunto Matecaña, el Deportivo Pereira llega a una final del fútbol en Colombia, acariciando la posibilidad de ponerle la primera estrella a la bandera roja y amarilla de la ciudad.
No será fácil ante un rival históricamente fuerte como el Deportivo Independiente Medellín, de sobrados méritos para llegar a esta final, pero estoy seguro que los rojos de Antioquia no podrán con la fuerza que harán un millón de risaraldenses y muchos otros colombianos, de otros equipos, que hoy simpatizan con el Pereirita.
Se vale soñar por el campeonato, se vale soñar por esa estrella que nunca ha estado esquiva, porque Pereira nunca ha llegado a esta instancia en el fútbol de primera división, pero hoy estamos ante un sueño hecho realidad, cuyo final, quiera Dios, el próximo 7 diciembre, termine con la vuelta olímpica del Pereirita del alma en su casa.
