La Unidad para las Víctimas y la administración de Bogotá encabezaron el retorno voluntario de 112 familias emberá que se encontraban en el parque La Florida
Luego de permanecer por cerca de dos años Bogotá, luchando contra la inclemencia del frío, el hambre y las dificultades socioeconómicas, 415 personas integrantes de la comunidad emberá regresaron a su territorio ancestral en Risaralda, en una acción de retorno que se cumplió bajo los principios de dignidad, seguridad y voluntariedad.
Luis Alberto Donoso, director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero, y Jonathan Forero, coordinador del grupo de Retornos y Reubicaciones de la entidad, estuvieron al frente de todo el operativo del retorno de estas 112 familias emberá hasta sus resguardos ancestrales en Pueblo Rico y Mistrató.
De estas 112 familias, que están integradas por 415 personas, 106 familias (392 personas) llegaron a veredas situadas en el municipio de Pueblo Rico, mientras que las 6 familias restantes (23 personas), hicieron lo propio en los resguardos del municipio de Mistrató.
“Para el Gobierno Nacional a través de la Unidad para las Víctimas es una gran satisfacción lograr que estos indígenas emberá vuelvan a reencontrarse con sus familiares en sus resguardos, dejando de sufrir por múltiples condiciones en un terreno extraño para ellos, es una inversión cercana a los $1.100 millones para hacer de este retorno una realidad”, expresó Luis Alberto Donoso, director territorial en el Eje Cafetero.
A las familias se les garantizó todas las condiciones dignas para su regreso al territorio en 12 buses cómodos desde la capital, contando además con los camiones para el traslado de los enseres y mulas por núcleo familiar para su desplazamiento final hasta los resguardos. Además la Unidad les brindó un apoyo de sostenibilidad en dinero y un kit de mejora de vivienda.
“Desde la Unidad articulamos con las diferentes entidades el retorno de estas familias, y estamos convencidos que van a estar en mejores condiciones viviendo en sus resguardos en donde podrán desarrollar libremente sus costumbres ancestrales”, dijo Jonathan Forero, coordinador de retornos y reubicaciones de la Unidad.
Los kits de mejora de vivienda contienen 20 tejas, amarras, hacha, machete, martillo, serrucho, lima, azadón, barretón y adicionalmente se realizarán tres giros en dinero para sostenibilidad del retorno, uno cada cuatro meses.
“Estamos muy complacidos de poder recibir estos hermanos en el territorio luego de estar pasando condiciones difíciles en Bogotá; como gobierno local los acogemos agradeciendo a todas las entidades por el retorno y esperando que se cumplan todos los compromisos pactados”, puntualizó Julio Nayazá, gobernador indígena del resguardo Unificado Emberá Chamí.
Algunas de las comunidades a las que llegaron estas familias son: Paparidó, Iumadé, Chipá, Arenales, Santa Rita, Sinaí, Marruecos, Barakirura, Alto Barakirura, entre otros.
José Arley Siagama, líder de los retornados: “Estoy muy feliz de volver a mi tierra y poder reencontrarme con la familia y los amigos, la verdad me quedo sin palabras de estar en casa tras vivir lo que vivimos en Bogotá, ahora a trabajar duro la tierra que es lo que sabemos y esperar que cumplan los compromisos desde las entidades”.
En este operativo también participaron entidades como la Policía Nacional, Cruz Roja, la Defensoría del Pueblo, ICBF, Gobernación de Risaralda y desde luego todas las autoridades, gobernadores y guardia indígena de los resguardos receptores.