Recoger libros que dejaron de usarse y se encuentren en buen estado se ha convertido en una actividad muy satisfactoria para la CARDER, puesto que se están llevando a niños de lugares muy apartados de Risaralda
El compromiso que adquirió la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, CARDER, con los niños y la educación en el departamento, consiste en transformar la madera que es decomisada en equipos de oficina y en bibliotecas para entregarlas a los niños que tienen menos acceso a recursos estudiantiles e investigativos, sobre todo en los lugares más apartados del casco urbano.
“Queremos seguir invitando a la ciudadanía no solo de Risaralda sino de cualquier parte del país, para que nos donen esos libros que llevan años archivados sin ser usados. Hasta el momento llevamos 55 bibliotecas y un poco más de 13.000 libros que servirán para transformar las realidades culturales y educativas de niños de muy escasos recursos económicos”, expresó Julio César Gómez, director CARDER.
En lo corrido del año se han llevado bibliotecas a las escuelas de Parrupa, Danubio, Campo Alegre, Chitré, La María, Caja de Oro, Cuanza, El Rocío, Soaya, La Cristalina, La Trinidad y Villa Clareth; es decir, las distintas instituciones educativas que hay entre el casco urbano de Pueblo Rico y el corregimiento de Villa Clareth en el área rural.
“La campaña continúa recogiendo libros que están donando a nivel nacional y a nivel local, nosotros hacemos la clasificación, la limpieza y la verificación del estado de los libros para entregar en zonas donde no hay internet, escuelas muy lejanas donde todavía no hay acceso a este tipo de herramientas”, manifestó Neuridio Alberto Vinasco, asesor de dirección de la CARDER.
Se han entregado libros de diferentes ramas del conocimiento: matemáticas, español, medicina, inglés, ciencias, geografía, religión; así como enciclopedias, guías educativas, entre otras.
“Es una estrategia muy bonita y que agradecemos mucho cuando nos vienen a ayudar a las escuelas más lejanas”, expresó la profesora Zoraida Córdoba, docente de educación primaria en el municipio de Pueblo Rico.
Imagen Cárder