Por: Gustavo Adolfo Guacaneme González
Envejecemos de muchas formas y algunas son muy evidentes, como por ejemplo la disminución de la estatura, la pérdida de la masa muscular, la caída del cabello y la aparición de canas y arrugas, por citar algunas, pero al interior de nuestro organismo se produce una pérdida progresiva del funcionamiento de las células de todos los órganos y esto se va a ver traducido lógicamente en el funcionamiento deficiente del mismo.
Envejecer es totalmente normal y debemos aprender a hacerlo con dignidad, pero ante todo, sanos, y para ello, entender que todas las capacidades que tuvimos en determinado momento de nuestra vida ya no son las mismas será vital para la aceptación de nuestra vejez.
Muchos de estos cambios repercuten negativamente en la mayoría de las funciones del organismo como la audición, la visión, la circulación, la capacidad de respuesta inmunológica ante las infecciones, por citar algunas, el hecho es que todos vamos a envejecer, unos más rápido que otros porque el paso del tiempo no se detiene, pero al menos tratemos de llegar a esa etapa tan valiosa de nuestra vida con una muy buena preparación, tanto física como mental, y para ello, nuestra actitud es vital para alcanzar una buena vejez y retrasar los estragos causados por la edad, así como sus efectos degenerativos.
Desde el momento mismo en que nacemos empezamos a envejecer y cada vez el tiempo de envejecimiento se hace de una forma más temprana y lo peor, colmado de una gran cantidad de padecimientos y achaques, como dicen popularmente, cuyos tiempos de sobrevida también se han acortado.
Empecemos por decir que usar protector solar a diario va a ser importante para protegerse de la acción de los rayos solares, que con el tiempo se verán reflejados en manchas en la piel, arrugas y hasta cáncer.
El ejercicio físico puede retrasar los síntomas del envejecimiento al igual que la aparición de patologías cardíacas, sobrepeso, hipertensión, diabetes y alteraciones en el metabolismo de las grasas, entre otras.
La mayoría de las hortalizas de hoja verde y de color contienen betacarótenos, un tipo de vitamina A que actúa como antioxidante, importante en la prevención del cáncer y enfermedades del corazón, sin olvidar también la riqueza en magnesio, que es vital para el ser humano, así que es muy conveniente consumirlas.
Las frutas y hortalizas son también ricas en vitamina C, que es un gran antioxidante que contribuye a retrasar el envejecimiento, de allí la importancia de las frutas cítricas, pimientos rojos, col, tomates y brócoli en una sana alimentación.
Una dieta rica en fibra mantiene limpio el intestino favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas para el organismo, conocidas como flora intestinal, que previenen enfermedades, infecciones y estimula el buen desempeño del intestino grueso o colon.
Evitar el consumo de grasas saturadas que obstruyen las arterias y provocan el aumento de peso y el riesgo cardiovascular será la regla, y mucho más, si las podemos reemplazar por el consumo de grasas saludables como el aceite de oliva o el aceite de coco, que son supremamente saludables.
Hay que beber mucha agua natural, esta no requiere ser carbonatada o de sabores, simplemente consuma agua en la medida de lo posible mineral, no podemos olvidar que este elemento es el limpiador universal por excelencia, hidrata el cuerpo y actúa como diurético, ayudando permanentemente a desintoxicar el organismo.
El control del consumo de café, té, chocolate y comida chatarra será de gran importancia, ya que estos elevan el colesterol, la presión arterial, agravan el insomnio y otras alteraciones del sistema nervioso central.
La reposición de minerales, oligoelementos y aminoácidos, además de ser benéfico para la salud, no solo sirven para manejar un gran número de enfermedades sino también para retrasar el deterioro temprano de las células y por ende de tejidos y órganos.
No debemos olvidar que una de las causas más importantes del envejecimiento acelerado es el estrés, ya que éste somete el cuerpo a grandes demandas físicas y mentales, así que es hora de poner en marcha medidas para evitarlo o tratar de controlarlo.
De todas maneras, ante todo trate de ser feliz, viva agradecido, sea optimista, sonría todo el tiempo y lo más importante, ámese a usted mismo para que pueda llegar a una maravillosa vejez.