Marsella, ha sido por años, uno de los municipios más bellos de Risaralda. Sus lindos paisajes, su clima excepcional, sus calles adornadas por balcones coloniales y coloridos, su Casa de la Cultura, una edificación antigua y excepcional que por si misma se ha convertido en un referente turístico por su hermosa arquitectura, la amabilidad de sus gentes, su comercio pujante y temático de la cultura cafetera, su Cementerio “Jesús María Estrada”, y su Jardín Botánico Alejandro Humboldt, hacen de este municipio, el destino turístico más visitados por propios y extraños, creando las condiciones propicias para incrementar la economía de los Marselleses.
En mi Administración de la Risaralda Verde y Emprendedora, dejé $1.400 millones con los que se logró recientemente la entrega de un carro cisterna, una ambulancia y un carro de desplazamiento rápido para atender emergencias.
Hoy en día, el panorama de Marsella es otro. La incertidumbre de sus habitantes por cada día que pasa sin tener una solución evidente en la vía principal que comunica a Marsella con la capital de Risaralda, los llena de escepticismo por la magnitud del problema.
Como si fuera poco, la vía que se estaba utilizando como una solución transitoria, de igual manera ha presentado un “asentamiento diferencial de aproximadamente 70 metros de longitud”, como dicen los técnicos oficiales, es decir, se está hundiendo, agravando mucho más la situación de este paraíso turístico que necesita más que nunca, de la solidaridad institucional en todos los niveles del Gobierno.
Hoy el municipio está aislado, su economía se encuentra afectada, el turismo esta semiparalizado, los comerciantes ya no aguantan más, los suministros están restringidos. Es por eso, que hago un llamado de urgencia al Gobierno Nacional y los diferentes entes territoriales que se puedan vincular, para que, entre todos, empiecen a diseñar y a ejecutar las soluciones estructurales definitivas a esta gran crisis del municipio Verde de Risaralda.
Soluciones que permitan interactuar con las inclemencias del clima, soluciones que duren, que no sean improvisadas. Cuando se es ordenador del gasto a nivel territorial, la solución a los problemas que se presenten en las comunidades, no debe tener color ni condicionamientos políticos. La voluntad del gobernante siempre debe ser la de ayudar al progreso y el bienestar de sus administrados, sin otro condicionamiento que el de cumplir con los fines y propósitos del Estado, consagrados en nuestra Constitución Política del 91.
Ante esta gran crisis que afecta al municipio de Marsella, los actores políticos debemos unir esfuerzos en una gran cruzada para que se incluya en la agenda Nacional del Gobierno, las partidas necesarias que garanticen la solución definitiva. No podemos politizar esta situación para convertirla en caballito de batalla en esta contienda electoral.
Más bien les propongo a todos los candidatos al Congreso de todas las vertientes y partidos políticos, para que firmemos un compromiso serio, contundente, claro, y concreto que nos obligue a buscar los recursos y tocar todas las puertas a nivel Nacional en una gran cruzada para ser propositivos en la solución ante la crisis que aqueja grandemente al pueblo Marsellés…ellos se los merecen.
