La Costa Caribe sería la región que más sentiría las consecuencias por la no prestación de servicios de estas dos aerolíneas de bajo costo; el Eje Cafetero, el occidente y sur del país son otras regiones afectadas.
Debido al cese de las operaciones de las aerolíneas Viva Air y Ultra Air, desde finales de febrero la primera y al cierre de marzo la segunda, el transporte aéreo de pasajeros en Colombia no habría sido el único afectado, también otros sectores de la actividad económica que se articulan con las aerolíneas, como la hotelera y la turística, en las ciudades históricamente atractivas para el descanso en esta época del año.
“Además de los pasajeros afectados por Viva y Ultra Air, la región norte del país podría sentir los estragos al no estar en funcionamiento estas aerolíneas de bajo costo. Ciudades como Santa Marta, Cartagena, Riohacha, San Andrés y Montería, cuyo aeropuerto sirve a Tolú y Coveñas, se han visto afectadas, ya que la capacidad de la flota aérea actual no sería suficiente y el precio de los tiquetes estaría en aumento”, afirmó el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
La isla de San Andrés, uno de los territorios más visitados, tenía proyectada la llegada masiva de turistas nacionales para esta temporada, aparte de extranjeros, sin embargo, Anato, la asociación que agremia a las agencias de viaje y turismo en Colombia, mostró su preocupación por el freno de las dos aerolíneas, pues prevé pérdidas millonarias.
Riesgo en el que también estaría inmersos quienes dependen de la actividad turística en Leticia (Amazonas), Pasto (Nariño), Cali (Valle del Cauca), Armenia (Quindío), Pereira (Risaralda), Manizales (Caldas), Medellín (Antioquia) y Valledupar (Cesar), ciudades que eran cubiertas por Viva Air y Ultra Air.
“Es imperativo saber cuáles serán los correctivos de fondo que las autoridades adoptarán, para que no se repita una situación como la desencadenada por el freno en las operaciones de Viva Air y Ultra Air. No solo los derechos de los pasajeros y de los trabajadores de estas aerolíneas han sido vulnerados, también podrían estar siendo vulnerados los de las personas que viven del servicio hotelero y del turismo. Las afectaciones económicas y sociales ya las estamos viendo”, fue el llamado de Carlos Camargo Assis al Gobierno Nacional.
A la crisis desatada por estas aerolíneas, se suma lo que vive actualmente el servicio de transporte terrestre de pasajeros en las distintas carreteras nacionales, como lo son el mal estado de algunas vías, el alza en los pasajes y la alta demanda de pasajeros.
“¿Qué acciones tomarán las autoridades competentes para que en el futuro ninguna aerolínea afecte los derechos de los usuarios, para que ninguna actividad económica, como la hotelera y turística, vaya a resultar con descalabros financieros?, ¿qué medidas tomará el Gobierno para que los trabajadores de las compañías aéreas que cerraron no vean afectados sus derechos laborales?”, son las preguntas formuladas por el Defensor del Pueblo.
Aunque todavía no existe un consolidado final sobre las afectaciones en Semana Santa, hay una disminución de la ocupación hotelera del 9,5 % frente al mismo periodo del año anterior en el departamento de Antioquia, pese a que en esa época aún había visos de pandemia y era exigido el doble esquema de vacunación.
Es de tener en cuenta que este panorama podría deberse a la suma del cese de operaciones de las dos aerolíneas, los efectos de la inflación y el incremento del IVA, que en enero pasó del 0 % al 19 % en alojamiento y hospedaje y del 5 % al 19 % en tiquetes aéreos.