En cualquier calle de Pereira , como cualquier otra en el país, son cientos de artistas que nos encontramos y que tratan de sobre llevar la pospandemia y dónde la cultura no es prioridad de ningún gobierno, ni de los ciudadanos que pasan inmersos en sus propios problemas, y no se detiene a disfrutar de un canto, la música o un minuto de esparcimiento.
Una joven pereirana, empírica en el canto, pero afortunadamente son más sus deseos de cumplir su sueño, que le canta a esos que quieren escuchar, su escenario la calle, su público los transeúntes, su recompensa las monedas y uno que otro billete, que le sirven para continuar sus clases en el Lucy Tejada, para ganar un poco de técnica. ¡Juzguen ustedes!.






